Usted de halla en: Biblioteca > Servicios al Usuario > Medicina en imágenes


Medicina en imágenes

  • 2011 | enero
  •  
    • Unicornio

      El unicornio en cautiverio. Tapiz, 1495-1505. Metropolitan Museum of Art, New York. The Cloister’s collection.

    • Introducción

      En la temprana Edad Media, la tónica general de la concepción del universo está dada por las ideas cristianas, pero es innegable la existencia de un conjunto subyacente de nociones propias y perdurables del alma humana que tienen dos orígenes: la tradición pagana y la tradición germánica. En los romanos predominaba una imagen naturalística: a ella conducían los elementos mágicos y el politeísmo popular producto de la tolerancia religiosa del imperio. Un exponente de ello era Plinio el Viejo quien aseguraba que la Naturaleza era la madre de todas las cosas, por tanto la única a la que había de considerarse “divina”.

      El naturalismo de los germanos coincidía con esta intuición, si bien tenían dioses en su panteón, la naturaleza misteriosa y llena de secretos estaba en el origen, pero con un cierto principio de regularidad necesario para sostener un sistema de ideas y poder explicar, al menos, las apariencias.

      Ambas tradiciones aceptaban el desconocimiento de muchos de los fenómenos naturales, La sorpresa ante el prodigio era el reconocimiento del misterio.  Así es como sobre esta base se superpone la doctrina cristiana, enseñada a través de la predicación. Los supuestos morales se grabaron en las conciencias por medio del ejemplo de misioneros y monjes y las concepciones del universo  y la vida se simplificaron y redujeron a un sistema de ideas capaz de ser absorbido por el espíritu del oyente. Esto dio lugar a una serie de transacciones que allanaron el camino para la permanencia de resabios paganos   e interpretaciones imperfectas de los elementos doctrinales del cristianismo.

      La perpetuación de la concepción naturalística por debajo de una aparente adhesión al cristianismo, llevó a la Iglesia a la necesidad de combatir las supersticiones y el peligroso culto de las imágenes, en el que desembocaba cada tanto el antiguo politeísmo. Lo mismo se aplicaba al combate de las numerosas herejías que se daban mayormente en las zonas rurales.

      En este contexto, encontramos en la Edad Media libros de zoología llamados Physiologi en latín. Borges explica en “Literaturas germánicas medivales”, que el primer idioma vernáculo en el que encontramos un Physiologus o Bestiario es el anglosajón. Cada uno de los capítulos de este libro consta de dos partes: la primera describe al animal y la segunda, su valor alegórico.

      Estos physiologus o bestiarios (compendio de bestias) eran muy populares. Tenían la forma de volúmenes ilustrados que describían animales, plantas y minerales. La explicación se acompañaba de una lección o moraleja, aseverando la creencia de que el mundo era una creación de Dios y cada ser vivo tenía una función que cumplir. Tienen un fuerte contenido simbólico y se encuentran profusamente reflejados  en el arte cristiano de Occidente de esa época.

      Durante el año 2011, la Biblioteca Central tendrá como ilustraciones de tapa imágenes de algunos de los animales que podemos encontrar en estas obras.

      Unicornio

      El unicornio es un animal mitológico representado habitualmente como un caballo blanco, con patas de antílope, barba de chivo, y un cuerno en la frente. En las representaciones modernas, se asemeja más a un caballo blanco y esbelto con el cuerno mencionado.

      De hábitos solitarios, esquivo y  agresivo, su caza era particularmente difícil. Durante la Edad Media era perseguido por su cuerno ya que éste brindaba protección contra todos los venenos y las enfermedades, alargando la vida de quien se lo administraba. Se creía que era un remedio contra la muerte. El cuerno se consumía en forma de polvo en la comida y o en la bebida, contenida preferiblemente en una copa hecha del mismo material. Los nobles eran capaces de pagar cifras astronómicas por obtener este remedio. De este modo creían que jamás podrían ser envenenados.

      También simboliza la castidad y es emblema de la espada o la palabra de Dios. La leyenda lo muestra como un animal imposible de atrapar pero que cae rendido ante la proximidad de una virgen. Así es como se lo representa en la serie de tapices del Museo de Cluny (La dama y el unicornio) y del Metropolitan Museum of Art, (La caza del unicornio).

      Bibliografía:

      Borges, Jorge Luis. Literaturas germánicas medievales. Buenos Aires: Emecé; 1978.

      Cirlot, Juan-Eduardo. Diccionario de símbolos. Barcelona: Labor, 1991. (Labor. Nueva serie; 4).

      Romero, José Luis. La Edad Media. México: Fondo de Cultura Económica; 1970. (Breviarios; 12).

       

       

      En la Web:

       

      The medieval bestiary: animals in the middle ages.

      http://bestiary.ca/

      [Consulta: 31/12/2010]

       

      Metropolitan Museum of Art. New York. The Cloisters.

      http://www.metmuseum.org/works_of_art/collection_database/the_cloisters/the_unicorn_in_captivity/objectview_enlarge.aspx?page=2&sort=5&sortdir=asc&keyword=&fp=1&dd1=7&dd2=28&vw=1&collID=28&OID=70007568&vT=1&hi=0&ov=0

      [Consulta: 30/12/2010]

       

      Museé National du Moyen Age (Museé de Cluny). La dame à la licorne.

      http://www.musee-moyenage.fr/homes/home_id20392_u1l2.htm

      [Consulta: 31/12/2010]

       

      National Library of Medicine. Harry Potter’s world: renaissance science, magic and medicine.

      http://www.nlm.nih.gov/exhibition/mandrakes/magical.html

       

      Wikipedia. Bestiario

      http://es.wikipedia.org/wiki/Bestiario

      [Consulta: 31/12/2010]


      Wikipedia. Unicornio

      http://es.wikipedia.org/wiki/Unicornio

      [Consulta: 30/12/2010]