Leonardo da Vinci (1452-1519)


    Es el mayor artista y hombre de ciencia del renacimiento italiano. Fue el fundador de la anatomía iconográfica y fisiológica (a pesar de que sus dibujos estuvieron ignorados por más de 200 años, hasta que fueron rescatados por William Hunter en 1784 y Blumenbach en 1788). De 1898 a 1916, todos los dibujos conocidos de Leonardo fueron adecuadamente reproducidos, principalmente los de la Biblioteca Real de Windsor, la Biblioteca Ambrosiana de Milán y el Instituto de Francia.

Practicó 30 disecciones, en una época en la que abrir un cadáver se consideraba un sacrilegio. Con instrumentos que mandó fabricar especialmente, abrió el cadáver de un viejo, elegido cuidadosamente porque “carecía de grasa y de los humores que dificultan el conocimiento de los distintos órganos”. Fue el primero en observar en el cuerpo los efectos de la arteriosclerosis. Dibujó el sistema óseo y el muscular de manera tan realista que se cree que utilizó inyecciones de cera, método usado más tarde por Albinus y Ruysch, los grandes anatomistas holandeses del siglo XVII. En los dibujos relativos a las funciones de las válvulas cardíacas se han visto indicios de la circulación de la sangre descubierta por Harvey. Cultivó los estudios embriológicos y reflejó algunos pasos del desarrollo embrionario en unos dibujos famosos.

    Leonardo era partidario de aprender y conocer a través de la experiencia directa, no le bastaba con los libros. Como pintor, experimenta el poder de atracción que tiene la superficie de las cosas, pero al mismo tiempo, su pensamiento es el de un físico y anatomista. En él se amalgaman características irreconciliables en apariencia: la observación incesante y la paciente recopilación del investigador con la sensibilidad artística más sutil. Es el primer artista que se dedica sistemáticamente a analizar las proporciones del cuerpo humano y de los animales: el primero que valoró la importancia de las distintas actividades humanas en orden al movimiento. Estudió en detalle la fisonomía de sus personajes e intentó plasmar de manera incesante la expresión de las emociones.

A Leonardo no lo preocuparon nunca los problemas de índole religiosa o trascendente, puesto que al trascender el mundo visible se salían de su campo de intereses. Leonardo nos ha legado la certeza –o al menos la posibilidad –de que el mundo es analizable con los ojos de la razón, sin mitificación, y de que –a pesar de todo– en un mundo así surgen obras artísticas que rozan la perfección.

Bibliografía

Friedenthal, Richard. Leonardo da Vinci. Barcelona: Salvat, 1995. (Grandes biografías; 44).

Garrison, Fielding H. Historia de la medicina. 4ª ed. México: Interamericana, 1966.

En la Web:

Museum of Science. Leonardo

http://www.mos.org/leonardo/museum.html

[Consulta: 30/2/04]

Museo de Vinci

http://www.leonet.it/comuni/vinci/

[Consulta: 30/2/04]

El rincón de la ciencia.

http://centros5.pntic.mec.es/ies.victoria.kent/Rincon-C/Cie-Hist/Leonardo/Leonardo.htm

[Consulta: 30/2/04]