Aprender Salud
Agua que has de beber...
¿Será buena el agua de la canilla para beber? ¿Cómo podemos mejorar su gusto?
En esta nota, la lectora Lidia Janczuk, Lic. en Ciencias Químicas y docente de la UTN, nos ayuda a responder una duda cotidiana ¿Será buena el agua de la canilla para beber? ¿Cómo podemos mejorar su gusto?
Lidia forma parte de la comunidad que cuida su salud en el Hospital y nos ofreció compartir sus conocimientos y experiencia sobre un tema de todos los días pero del cual sabemos poco. Nos cuenta que el agua de red tiene un proceso que permite asegurar su calidad y cuando se compara a Buenos Aires con otras grandes urbes, en el tema sacamos buenas notas.
En general, ¿qué sucede cuando abrimos la canilla? Más allá del proceso de preparación del agua, las empresas encargadas de la distribución tienen en cuenta que las ciudades son muy antiguas y en algunas zonas bien delimitadas, las cañerías pueden tener algún conflicto. Por ello, en esas áreas, a este proceso de purificación le agregan un plus de cloro que asegura la calidad del agua que llega a nuestras canillas.
Limpiando los tanques. Un factor fundamental para garantizar que el agua que bebemos sea de buena calidad es el tanque. Si vivimos en un edificio, se debe realizar un análisis fisicoquímico anual y un análisis bacteriológico semestral, con el correspondiente lavado de tanque y cañerías.
Si vivimos en una casa, la limpieza dependerá de nosotros, no del consorcio. Cuide que la tapa del tanque esté sana y bien colocada. Tengamos en cuenta que uno de los peores contaminantes del agua es el que dejan los pájaros. Cuando se realiza la limpieza, asegúrese de lavar las cañerías y las canillas.
Algunos tips para mejorar el gusto del agua segura de red
>El cloro, gran responsable del gusto del agua, se va por evaporación. Para lograr esto, deje al agua estacionada por 20 minutos antes de beberla. Si la vamos a usar para cocinar, este se evaporará al calentarla.
>El agua de la red, por su constante fluir, suele tener mejor gusto que la del tanque, en el caso de no tener la adecuada limpieza. Pruebe y vea la diferencia.
>Si el olor a cloro es muy fuerte, calentándola unos minutos mejora su sabor.
>Prefiera para la heladera una jarra de boca ancha para que elimine su gusto “clorado” antes que ponerla, por ejemplo, en botellas.
>Saborizar el agua. Se pueden usar gotas de limón, pomelo o, incluso, una cascarita de los mismos. Por supuesto, también están los jugos en sobres (preferentemente sin azúcar). Se pueden preparar tés de diferentes gustos. Estos pueden saborizar el agua aunque no se la caliente.
>Bien fría sabe mejor.
Agua de napas. Esta se obtiene por perforaciones, donde no hay agua de red. Su calidad dependerá de la profundidad desde donde se la saque. Cuanto más abajo, mejor, porque la propia tierra funciona como filtro. Si hay una fábrica próxima, es importante averiguar a qué se dedica y llevar a analizar el agua a un laboratorio químico.
En algunas zonas y por la composición del suelo, el agua trae naturalmente elementos que pueden ser perjudiciales para la salud.
Cada provincia o pueblo tiene su ente oficial, que se encarga de la obtención y distribución de agua potable y realiza los análisis correspondientes para asegurar su calidad. Estos son sencillos de llevar a cabo y pueden ser controlados por cualquier laboratorio. También, las empresas reciben auditorías y controles de entes reguladores.
Los análisis básicos son tres: físicos, químicos y microbiológicos. Los lugares para control de aguas son, entre otros: el INTI, la CONEA, el INA, AySA en Capital Federal, etc. También lo hacen muchos laboratorios particulares.
La Ley Nº 19.567 reglamenta e informa sobre la provisión de agua potable, especificaciones para aguas de bebidas, etc. Más información: www.anmat.gov.ar
Entre el grifo y nuestro vaso podemos hacer mucho para que el agua sea de buen sabor y la bebamos con gusto.