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Perspectivas

Historias del Italiano: Honrar la vida

Entrevistamos a Teresa Paniceres quien, luego de ser trasplantada se destacó en el Mundial llevado a cabo en Mar del Plata.

Por el equipo editorial de Aprender Salud. Nota publicada originalmente en la revista impresa, edición Diciembre 2015.

“Somos fans de Tere desde siempre, por eso la fuimos a alentar”, señalan con alegría y orgullo los doctores Eduardo Dibar y Mónica Makiya, del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica quienes fueron a Mar del Plata a ver competir a Teresa Paniceres, quien fue trasplantada de médula hace 12 años en el Hospital. Ella -que no oculta su sonrisa-  amablemente compartió su historia de vida con nosotros, buscando también darle importancia a un tema sensible, la donación de médula ósea.

¿Cómo recuerdan la experiencia del trasplante de médula?
Dra. Makiya: Tere la pasó muy mal: la peleó y la peleó, primero no tuvo suerte con otro tratamiento y el trasplante era la última opción que tenía. Además en el caso de la médula el donante era su hermano, quien también tenía sus miedos, sus expectativas, me acuerdo que el día del trasplante estaba re peinadito, con una campera ¡casi se pierde en el quirófano!”
Teresa: Yo tenía 12 años, me acuerdo que mi hermano tenía terror a las agujas, siempre se desmayaba, se enojaba con los enfermeros... Pero se la re bancó. Me acuerdo que mi hermana se moría de ganas de ser ella la donante pero no pudo. 

¿Cómo te relacionaste con el deporte?
Teresa: Yo empecé a nadar de chica, antes del trasplante. Y después continué, me vine a vivir acá a Buenos Aires a estudiar para ser maestra jardinera, yo soy de Río Negro. Conocí a ADETA (Asociación de Deportistas Trasplantados) y comencé a entrenar en el espacio que tienen en el Cenard (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), allí fue que vi la pista y empecé a correr. Me enteré de que se hacían competencias nacionales y mundiales y me anoté. Clasifiqué primero para Australia después para Suecia, Sudáfrica y el cuarto se hizo acá en Argentina, en Mar del Plata.

¿Cómo es la experiencia de competir en varios mundiales?
Teresa: Recuerdo que el primero en Australia. fue muy emocionante para mí, era todo nuevo: viajar, encontrarme con otros trasplantados, algunos con historias parecidas. Además era la más chica del grupo. ¡Nos relacionamos todos con lenguaje de señas!
En cada Mundial, el último día, se hace un evento cultural donde cada uno lleva pins, camisetas de su país y vas intercambiando. Entonces te queda algo de los demás, hay muchos que ya nos conocemos.
Y a los de otros países les llama mucho la atención la hinchada argentina, les encanta el “olé, olé, olé” y te preguntan cómo es ese cantito para aprenderlo. 

¿Qué dice tu familia?
Mi familia me acompaña todo el tiempo, están a full. Mi papá es profesor de educación física, así que el está ahí ayudando siempre. Mi hermano, que es mi donante, también adora todo esto. El otro día fue su cumpleaños y le dije “te amo desde lo más profundo de tu médula” (risas). 

¿Qué sucedió en la última edición en Mar del Plata?
Teresa: Era la primera vez que se hacía el mundial en Latinoamérica y se vino a realizar en nuestro país. en Mar del plata. Competí en la categoría 18 a 29 años en 5000, 800 y 1500 metros. Yo no me había preparado para los 5 mil pero terminé logrando el récord mundial. Hice un muy buen tiempo, no lo esperaba. Además no veía la meta y miraba el reloj y decía “no llego, no llego”. Y de repente veo la llegada, el reloj ¡y no lo podía creer! Gané las tres medallas de oro y  hasta me hicieron varias notas en diferentes diarios.
Dra Makiya: Yo la había visto en filmaciones pero nunca en vivo y en directo. Cada paso de daba era como si volara ¡Le sacó media vuelta a la que iba segunda! Nosotros decíamos “ya está, ya está, ahora que camine” (risas).

En agosto de 2015 se realizó en Mar del Plata la vigésima edición del Mundial de Trasplantados donde participaron más de mil atletas de 45 países. La delegación argentina se destacó logrando 55 medallas de oro (segundo lugar del medallero) y quedándose con dos récords mundiales, uno de los cuales fue el obtenido por Teresa. 

La donación de médula ósea: 4 aclaraciones de importancia

La Dra. Makiya explica este tema para quienes deseen ser donantes o tengan dudas.

  1. El Hospital Italiano es centro de recepción. “Desde el 2011 recibe a quienes deciden expresar su voluntad de donación de médula ósea. Para ello la persona debe acercarse y donar una unidad de sangre. Con esto se demuestra una verdadera voluntad y además se comprueba si puede ser donador.”
  2. La donación es al banco mundial de donantes, no hacia una persona. “Cuando uno dona lo que hace es comenzar a formar parte de un listado mundial de posibles donadores, quedando a la espera de un posible llamado en el futuro, en caso de que una persona necesitada sea compatible quien donó.”
  3. A nivel mundial, cada vez se necesita más de la solidaridad. “Si bien cuando una persona tiene hermanos cuenta con un 25% de posibilidades de compatibilidad, la tendencia mundial a tener menos hijos o no tenerlos hace que los bancos de médula sean más requeridos.
  4. La oportunidad de salvar una vida. “Ser donante de médula es algo que puede hacer cualquier persona, incluso existen más chances de necesitar una médula a la de recibir el llamado para efectivamente donar una vez que se forma parte del banco”.
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¿Querés donar sangre?

Gracias a la solidaridad de quienes donan sangre, diariamente se salvan vidas. Es por ello que el Hospital Italiano promueve el Programa de donación voluntaria, altruista y repetitiva. Encontrá más info haciendo clic acá

 Hospital Italiano: testimonios y nostalgias. Como todas las instituciones, el Hospital Italiano de Buenos Aires está conformado por su arquitectura y por la gente que trabaja y circula por él todos los días. Muchas personas tienen un vínculo afectivo singular con este hospital. Una de ellas es el doctor Francisco Loyúdice. En este libro, de carácter autobiográfico, el autor relata sus experiencias relacionadas con la vida institucional del Hospital Italiano, en los sesenta años de destacada actividad médica que ambos compartieron.
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