embarazo y presion
Aprender Salud

La presión arterial en el embarazo

Dado que puede variar durante este período, es importante medirla en los controles prenatales habituales.

Es fundamental detectar a tiempo situaciones que necesitan tratamiento y evitar así futuras complicaciones

La hipertensión del embarazo. Afecta a entre el 3 y el 10% de las mujeres, es algo  que se da más frecuentemente en el primer embarazo o se puede asociar a embarazos gemelares, obesidad, un problema renal o hipertensión previa, entre otros factores. Por suerte, la mayoría de los casos se presenta después de las 34 semanas donde el pronóstico es muy favorable. En una pequeña proporción se desarrolla un trastorno llamado preeclampsia, que puede ser de mayor gravedad, sobre todo si no se diagnostica.

En todos los controles del embarazo se le mide la presión arterial a la mujer.


En general, es una enfermedad que aparece de pronto con muy pocos signos o síntomas previos. Lo más frecuente es “encontrarla” durante el registro de la presión en los controles prenatales.

Otras veces, las mujeres concurren por síntomas (dolores de cabeza que no ceden, fuertes dolores en la boca del estómago, visión borrosa, visión de luces) que pueden alertar -más que al diagnóstico de hipertensión- al de preeclampsia. Hoy existen herramientas que permiten saber, con más precisión, qué mujeres tienen mayor riesgo de padecerla.

¿Respecto de la prevención? Se sabe que en los grupos de riesgo el bajo consumo de aspirina luego de las 13 semanas y el consumo de calcio (durante del embarazo) disminuye la frecuencia de la enfermedad.

Factores de riesgo. Los extremos de la edad reproductiva, el primer embarazo, la obesidad, la diabetes, la hipertensión crónica, la enfermedad renal o algunas de origen reumatológico, entre los más importantes. Actualmente, a través de diferentes estudios que se llevan a cabo en el primer trimestre, puede “afinarse” el grupo de mujeres que podría desarrollar esta enfermedad de forma temprana y severa.

El tratamiento. La cura de la preeclampsia es el parto, si bien es bueno siempre para la mamá puede no serlo para el bebé, de acuerdo a la semana de embarazo que se trate. Es un delicado equilibrio que intenta preservar lo mejor posible la salud de la mamá y del bebé.

La presión arterial puede variar en el transcurso del embarazo por eso debe ser medida en los controles periódicos, en los controles prenatales habituales. Si la presión arterial es monitorizada permite detectar a tiempo situaciones, algunas potencialmente severas, que requerirán un tratamiento inmediato evitando así posteriores complicaciones.

Mientras que la preeclampsia y eclampsia pueden aparecer al final del embarazo, existen otros cuadros, como la hipertensión crónica que estaban antes de la gestación o que hacen su aparición en los primeros meses. El significado clínico de estos cuadros es muy diferente, su médico en el transcurso de los controles, si aparece alguno de ellos, le dirá cual es el diagnóstico y como seguir.

Los principales factores de riesgo para preeclampsia:

  • Primer embarazo
  • Preeclampsia en anterior embarazo
  • Antecedente de hipertensión crónica
  • Edad mayor a 35 años
  • Embarazo gemelar
  • Tener diabetes o alguna enfermedad renal
  • Obesidad
  • Ciertas enfermedades inmunes (Lupus eritematoso)


¿Qué podés hacer?

Si tenés hipertensión crónica, seguir estos pasos te ayudará a controlar mejor tu embarazo:

Antes del embarazo

  • Regularizar los registros de presión arterial.
  • Reducir de peso con dieta y ejercicio si es necesario.
  • Tomar la medicación antihipertensiva si esta es prescripta.
  • Preguntar a tu Obstetra si la medicación que estás tomando es segura para tu embarazo.
  • Durante el embarazo

 

 

  • Visitá a tu Obstetra periódicamente, comenzando tan pronto como puedas.
  • Si tenés enfermedad renal u otro factor de riesgo, asegurarte de comentárselo a tu Obstetra.
  • Si aparecen alguno de los signos de preeclampsia, acudí a un hospital lo antes posible.
  • Chequear tu presión arterial y tu peso si tu Obstetra te lo indica.


No dudes en hablar con su obstetra de sus dudas o temores con respecto a estos temas.