¿Quienes somos?

Somos un equipo médico interdisciplinario especializado en brindar las herramientas necesarias para que las personas logren dejar de fumar. Llevamos adelante un enfoque personalizado y basado en la última evidencia científica, lo que nos hace referentes en el tratamiento del tabaquismo en el país.

El programa GRANTAHI está integrado por médicos clínicos, neumonólogos y toxicólogos, médicos de familia y psiquiatras del Hospital. Nuestros tratamientos intensivos de cesación tabáquica te ayudan en el manejo de la abstinencia, la modificación de hábitos y el estilo de vida. 

¿Cómo trabajamos?  

Nuestra propuesta es integral y combina herramientas cognitivo-conductuales, psicosociales y farmacológicas. Estamos en constante actualización, incorporando nuevos medicamentos y enfoques a medida que se demuestra su eficacia, siempre basándonos en la mejor evidencia científica disponible.

Sabemos que dejar de fumar requiere decisión y acompañamiento. Por eso, escuchamos, comprendemos y respetamos los tiempos y necesidades de cada persona. Estamos para guiarte, sin juicios, con empatía y profesionalismo.

Atendemos en consultorios individuales en la Sede Almagro, en la Sede San Justo y en varios de nuestros Centros Médicos Ambulatorios. A su vez, como nuestro programa también está adaptado a hacerlo bajo una modalidad virtual, podés acceder a él desde cualquier punto del país.

¿Qué pasa cuando dejás de fumar?

  • La presión arterial disminuye hasta alcanzar el nivel anterior. La temperatura de manos y pies aumenta hasta llegar a lo normal (en 20´).
  • El nivel de monóxido de carbono en sangre es normal (en 8 horas).
  • Disminuye la probabilidad de un ataque cardíaco (en 24 horas).
  • La circulación mejora. La función pulmonar aumenta hasta un 30 % (2 semanas a 3 meses).
  • Disminuye la tos, congestión nasal, el cansancio y la dificultad para respirar; los cilios pulmonares recuperan sus funciones normales (1 a 9 meses).
  • La probabilidad de tener un ataque de corazón se reduce a la mitad. Es menor el riesgo de trombosis o embolias cerebrales (al año).
  • Disminuye el riesgo de un derrame cerebral (a los 5 años).
  • El riesgo de morir de cáncer de pulmón cae a la mitad en relación al de un fumador; disminuye el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga, riñón y páncreas (a los 10 años).
  • El riesgo de enfermedades cardiovasculares equivale al de un no fumador (15 años después).