Comité de Educación
Detrás de las paredes: la gestión de la calidad
¿De qué se trata la metodología de evaluación y mejora continua de la calidad?
Detrás de una pregunta como ¿cuál es su nombre, apellido y fecha de nacimiento?, detrás de un cartel que como lávese las manos o, incluso, en cuestiones simples -como dar un remedio- y complejas -como hacer un trasplante- hay una metodología de trabajo, una cuidada búsqueda de la seguridad, de gestión de la calidad. Sin embargo, probablemente sea casi imperceptible para usted. ¿De qué se trata?
“Lo que se busca es tratar de hacer que los procesos de cuidado en los diferentes ámbitos sean lo más seguro, lo más accesible, lo más puntual y lo más eficiente posible con los recursos con los que disponemos”, explica el Dr. Hernán Michelángelo, Jefe del Dpto. de Calidad del Hospital italiano, a quien entrevistamos para conocer la trama que está “detrás de la escena” de los cuidados de los pacientes.
El ciclo de la mejora continua, un círculo virtuoso. Se trabaja en muchos niveles en base a este concepto. Cada individuo, cada profesional, cada equipo busca la excelencia. Pero además está implicado en un proceso de mejora continua con el apoyo específico de un grupo, el equipo de gestión de la calidad.
“La institución tiene áreas priorizadas que atraviesan los múltiples procesos de cuidado, participan diferentes actores y tienen alto grado de complejidad. Sobre estas líneas, todas las estructuras que forman el Hospital interactúan para desarrollar mejoras”, detalla.

En este momento las áreas priorizadas son seis. Las evaluaciones profesionales, los registros asistenciales, infecciones asociadas al cuidado, el ciclo de la medicación segura, la seguridad radiológica y las metas internacionales de seguridad (identificación inequívoca, comunicación efectiva, higiene de manos, cirugía segura, manejo seguro de medicamentos de alto riesgo y reducir/mitigar el riesgo de caídas en la institución).
¿Cómo se articulan estos objetivos? Les proponemos conocerlo a través de un ejemplo simple y conocido, que se apoya en una meta internacional de seguridad: la identificación inequívoca del paciente.
En 4 conceptos
El proceso detrás de una pequeña pregunta
Seguramente a usted le habrá sucedido que le pregunten su nombre, apellido y fecha de nacimiento cada vez que se acercó a hacerse un estudio o sacarse sangre. Si estuvo internado, esto lo habrá vivido con mayor extrañeza: ¡la pregunta se repite varias veces por día!

1.- Es una de las más claras metas de calidad, definidas por los organismos internacionales y la Organización Mundial de la Salud: “Yo no me puedo equivocar en la identificación del paciente porque esto puede tener graves consecuencias. La meta es que tengo que lograr un 100% de identificación apropiada”, explica el Dr.Michelángelo.
2.- Medir, para luego mejorar. ¿Cómo se hace esto? “Por ejemplo, al azar se estudia una cama de un paciente internado y un monitor le pregunta -sin inducir- si le hicieron alguna pregunta cuando le sacaron sangre. De estos datos, que tomamos trimestralmente, se deduce que la identificación inequívoca fue realizada en forma completa o incompleta.”
3.- La verdadera gestión, el trabajo con los equipos. “Nos juntamos a compartir los resultados y esa es la verdadera gestión. Porque allí empiezan a surgir las barreras, que pueden ser fáciles (no sabía que había que preguntar o pensaban que solo bastaba el nombre o la fecha de nacimiento y no los dos). Y entre todos los participantes se busca reflexionar sobre por qué, en algunos casos, no se pudo cumplir con la meta”, detalla el Dr.
4.- Identificando barreras para la mejora. Estas pueden ser simples (pensaba que solo bastaba el nombre o la fecha de nacimiento y no los dos por ejemplo) o complejas, como comenta el enfermero R.:“¿Cómo le voy a preguntar al señor Mario como se llama a cada rato todos los días sí sé todo de él; conozco a su familia, sé de qué cuadro es, a qué se dedica…”
“Después de muchos años se puede decir que la implementación sostenida y amable de los procesos de calidad dentro de los equipos de trabajo genera una mejora en el clima de trabajo, sostiene la motivación, y -por qué no decirlo- estimula el orgullo de pertenecer a una institución que hace de la calidad una búsqueda constante”, concluye el Dr. Michelángelo.
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