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Aprender Salud

Migraña: Hacerse amigo del dolor

Conocer bien los dolores de cabeza ayuda a que los conozcamos. Y así saber tratarlos, prevenirlos e, incluso, valorarlos. Nota especial.

“Mi mamá es Lic. en Educación y siempre me insistía en que a los pacientes les tenía que hablar con lenguaje normal, que el médico que le hablaba en términos médicos a los pacientes solamente hacía que no entendieran nada y no se curaran. ¡Eso me quedó grabado!”

Así recuerda Fiorella una valiosa lección que le ayudó en el camino que emprendió buscando comunicarse mejor con los pacientes. Formada en el Instituto Universitario del Hospital Italiano, especialista en cefaleas y algias craneales, decidió abrir una cuenta en Instagram y, desde allí, acercar con humor, de forma descontracturada y cálida, los saberes para quienes -como ella- tienen dolores crónicos de cabeza, entre otros, la famosa migraña.

¿Cómo ayuda conocer nuestro dolor de cabeza, planificar los modos de actuar, incluso amigarse con esta situación para sobrellevarla mejor, espaciar sus apariciones? Lo conversamos en esta entrevista especial.

 

¿Cómo es esto de tener migraña y haberse especializado en el tema? ¿Fue intencional?
-La verdad que no, yo empecé con migraña a los 12 pero jugaba mucho al básquet y me pasaba poco. Durante la facultad dejé, empecé a tomar anticonceptivos y estudiaba muchísimo. Eso - hoy lo sé- me cronificó, me dolía mucho la cabeza todo los días, todo el tiempo. Hice varias consultas y siempre me dieron relajantes musculares ¡con los que me sentía peor! Nunca me dieron un buen diagnóstico hasta que, haciendo la residencia, una colega mayor que yo me dijo “pero vos sos migrañosa.” ¡Era obvio!

Y cuando estaba decidiendo hacer cefaleas lo conozco al Dr. Doctorovich, que es mi mentor y quien me abre la puerta a todo este mundo, empecé un tratamiento preventivo y me doy cuenta de todo el camino que hay que hacer para sacarse el dolor de la cabeza. Hoy sigo siendo crónica, nunca fui muy buena paciente, y recién hace unos tres o cuatro años que empecé de verdad a realizar los cambios de estilo de vida que son fundamentales para el tratamiento.

 

Quiere decir que vos no sabías que tenías migraña, ¿esto suele pasar?
-El 9,5% de los argentinos somos migrañosos ¡somos muchísimos! Y la mayoría no saben que lo son porque tienen un dolor de cabeza cada tanto, se les corta con un paracetamol o un ibuprofeno y ya está, no es un problema de salud. 

En un porcentaje menor se vuelve un problema, en un momento de su vida o a lo largo de varios años. Es algo con lo que convivimos y en las distintas etapas de la vida tiene distintas formas. Hay gente que tiene una crisis por año o por mes, donde son dos o tres días de mucho dolor.  Otros conviven con un dolor diario que ni te cuentan en el consultorio porque les parece "normal".

¿Cómo se da cuenta uno que ese dolor puede ser migraña?
-Hay varias pistas, es un dolor muy fuerte que impide o limita el movimiento, que a veces puede latir, a veces se siente en una mitad de la cabeza y te molestan las luces, los sonidos o te da náuseas. Y además tiene este patrón de fases, con una sensación de aviso del dolor y una sensación de resaca después. Puede durar de 4 a 72 horas. Y si esto se repite muy seguido puede volverse algo crónico, de todos los días, donde a diario tenemos un poquito de dolor y una o dos veces por semana los síntomas más migrañosos. 
 

"La migraña crónica tiene un tratamiento específico, para la episódica -que ocurre una vez cada tanto- en general sugerimos tomar un analgésico cuando identificamos que comienza. Igual, nada reemplaza la consulta con un médico."

Si a vos te costó dar en la tecla, imaginamos que no es fácil ponerle nombre a este dolor…
-Muchas veces el paciente se encuentra que el clínico o el neurólogo le pide estudios, son normales y le dice “no tenés nada, es solo migraña”. Y en realidad ese no tenés nada significa que no tenés nada grave, nada mortal, nada serio como un tumor o un ACV (que, de hecho, es raro que den dolor de cabeza). 

Tendríamos que erradicar el “no tenés nada” y cambiarlo quizás por “tenés un cerebro sano”, que malinterpreta las señales y genera dolor en algunas situaciones buscando protegerte, ya que el mecanismo de la migraña es un modo de defensa que busca tirarnos en la cama cuando se da cuenta que nos pasamos de vueltas.
 

"Muchas veces el paciente se encuentra con que el clínico o el neurólogo le pide estudios, son normales y le dice -no tenés nada, es solo migraña. Y, en realidad, ese no tenés nada, significa que no tenés nada grave."


¿Qué sucede con la alimentación y la migraña? 

-Respecto de la alimentación en la migraña, hay mucho mito, hay mucha restricción: “no comas chocolates, no comas nueces, no comas fritos”, que si bien es cierto que muchas personas tienen sensibilidad, la gran mayoría no va a ser así: de 10 veces que come chocolate, va a tener una migraña o dos. 

Pero si tenés un desencadenante puntual, como puede ser una determinada marca de un producto o una bebida, ahí sí, inicialmente hay que suspender para después ir incorporando de a poco.

¿Qué se recomienda?
-No hay una dieta específica sino que se recomienda una alimentación saludable. Esto es varias comidas al día, evitar los ayunos prolongados, evitar los “excesos de” (fritos, chocolates, de lo que quieras) así como evitar otros excesos (de actividad física, exposición a la luz) e intentar vivir una vida lo más balanceada posible, con actividad física tranquila, un buen manejo del estrés. Porque, seamos sinceros, ¡vivir sin estrés es casi imposible! 

El dolor de cabeza, en muchas ocasiones, responde a una señal de alarma o un aviso de que algo no anda bien. Y eso lo tenemos que abordar, no solo desde lo farmacológico sino también desde lo psicológico y del entendimiento profundo de qué estamos haciendo y qué es lo que debería modificarse. 

¿Qué hay que hacer en el momento del dolor?
-Muchas veces pasa que te bloqueás, sentís que te estalla el cerebro y no sabés cómo actuar. Pero sabés que es una migraña, que no te vas a morir de esto, por eso es importante tener previamente un plan de acción, que tu medio conozca qué pasa, visibilizar esta condición, que los demás sepan qué es. A nadie se le ocurre decirle a una persona con asma, ante un ataque, “estás exagerando, ¿no te parece que te lo estás tomando muy a pecho”? Y entender que es un mecanismo de protección, habrá que “amigarse” de a poco, tomarla como una aliada.

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Aprender Salud - Contenidos Educativos del Htal. Italiano de Bs. As. Julio 2022