Aprender Salud
Ejercitando el cerebro: Cuando el smartphone hace bien
¿Por qué saber utilizar el celular, la tablet o la PC pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo?
¿Por qué saber utilizar el celular, la tablet o la PC pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo? ¿Cómo espantar al fantasma del alzheimer dominando las nuevas tecnologías?
“A los chicos se les suele decir que no usen tanto el celular, que no pasen demasiado tiempo jugando videojuegos. Para los adultos esto es diferente e, incluso, puede ser beneficioso. Hace diez años, tener buena memoria para recordar un número de teléfono poseía un valor social: hoy es mucho más importante saber usar un cajero automático, utilizar un teléfono celular, notebooks o tablets.”
Con esta original afirmación comenzamos la charla con los Dres. Ángel Golimstok y María Cecilia Fernández, del Servicio de Neurología, para hablar de los olvidos, la memoria, los trastornos cognitivos y el uso de las tecnologías, una herramienta novedosa para su prevención y tratamiento.
¿Las nuevas tecnologías ayudan a entrenar la memoria?
“La memoria a corto plazo es tan vulnerable como necesaria. Hoy, nos vemos obligados a realizar múltiples tareas al mismo tiempo, es decir, a usar en forma alternada la información: mientras utilizo una información A, tengo que estar recordando una información B, y así sucesivamente. Antes, tener buena memoria poseía un valor social: hoy es mucho más importante saber usar y manejar la información”, nos explican.
Saber usar el celular puede ayudar a prevenir la demencia. En el consultorio, afirman los profesionales, las diferencias son muy claras. Aquellas personas que saben utilizar un celular o que están activamente en contacto con la tecnología, son las mismas que, incluso sin haberle realizado estudios o diagnósticos, ya se sabe que cuentan con más herramientas para defenderse ante una enfermedad.
“Son aquellos que se encuentran mejor plantados y tienen más reservas funcionales previas, lo que ralentiza el deterioro”, afirma Golimstok. Incluso, sostiene Fernández, hay grupos en tratamiento que se rehabilitan con tablets a distancia: “Esta modalidad representa una ventaja enorme porque pueden hacerlo todos los días con la tablet en su casa y mejoran mucho más rápido que los que vienen al hospital una vez por semana”.
¿Y los videojuegos? Los profesionales afirman que son una herramienta sumamente rica para trabajar la rehabilitación frente a trastornos cognitivos, ejercitar la memoria de trabajo y la flexibilidad. A través de ellos, los pacientes pueden aprender a reconocer y seguir visualmente objetos, trabajar la memoria, el lenguaje, mejorar su atención, entre otras alternativas. Por otra parte, su componente lúdico, genera adherencia en los pacientes: “No es lo mismo venir a sentarte a hacer cuentas o escribir oraciones que jugar a algo que te da puntos, recompensas, competencia, etc.”, explican.
“La diferencia está en la manera en que uno utiliza los juegos y la tecnología. Todo lo que tiene recompensa, genera adicción, pero si esa adherencia la utilizamos para que un paciente pueda sostener en el tiempo su rehabilitación, es muy positivo”, afirman.
Si un joven le enseña, mucho mejor. En otros países, se ha desarrollado un modelo en el que los jóvenes enseñan a los mayores a usar la tecnología. Esto funciona como estímulo cognitivo para el adulto: “Sería muy interesante replicar ese programa en nuestra vida cotidiana porque los jóvenes pueden ofrecerle muchas herramientas a sus padres o abuelos para que puedan estar mejor plantados frente a algún síntoma. No es sólo darles una herramienta, es regalarle un tiempo valioso a la otra persona en el que se rompen barreras generacionales. Para una abuela, poder usar el WhatsApp y comunicarse con sus nietos es algo invaluable”, concluyen.
La edad y el fantasma del alzheimer
Con los achaques propios del paso de los años llegan los olvidos y, muchas veces, es difícil saber si una persona puede tener un problema o, simplemente, tiene “desentrenado” a su cerebro. Además, ante la repetición de un olvido, aparece el cuco de la demencia, el alzheimer. ¿Cómo se aborda esta situación con los adultos mayores?
- “Las personas suelen venir al consultorio por dificultades en la vida diaria. A veces son trastornos de memoria, pero en otros casos tiene que ver con ansiedades, preocupaciones, cambios en la conducta habitual (perceptibles para los demás), o simplemente fallas en la atención”, sostiene Golimstok.
- “Trabajamos con adultos, desde 18 años en adelante. Lo que pasa es que, a mayor edad, mayor posibilidades de tener trastornos cognitivos. Los adultos habitualmente consultan por trastornos de sus funciones cognitivas como dificultades en la memoria, el lenguaje, la coordinación, el reconocimiento de objetos, entre otras.”, aclara Fernández.
- “Sucede, también, que los pacientes son reacios a realizarse estudios por el miedo a los resultados o porque piensan que – si el médico los pide – es porque tienen algún problema. Pero los estudios pueden diagnosticar un tratamiento para mejorar la calidad de vida, o incluso dar buenos resultados. La consulta, en la mayoría de los casos, tranquiliza”.
“En cuanto los pacientes tienen algún tipo de trastorno en su memoria, piensan en el alzheimer, es un fantasma siempre presente. Pero hay tipos de olvido que son parte del envejecimiento natural.”
¿Qué hacer para evitar trastornos cognitivos?
Además del énfasis en las nuevas tecnologías, los profesionales detallan algunos consejos útiles y hábitos que, está demostrado, ayudan a prevenir o retrasar su aparición.
• Alimentación. Una dieta protectora consiste en consumir frutas, verduras, productos lácteos descremados, cereales integrales, pescado de mar y nueces. Es muy parecido al patrón dietético que se en la llamada dieta mediterránea.
• Actividad física. Si bien todo tipo de actividad es recomendable, los profesionales destacan la que se realiza con las piernas como correr o usar bicicleta física (al menos tres veces por semana).
• Interacción social. Es un pilar fundamental para sostener la calidad de vida con el entorno y los afectos. El uso de la tecnología pueda afianzar vínculos a la distancia y mantener estas redes activas.
• Estimulación cognitiva. Puede ser informal (trabajando, estudiando) generando nuevos desafíos para el cerebro, o puede ser formal (a modo de tratamiento con un profesional en forma específica). La incorporación de tecnologías en la vida cotidiana puede ser muy beneficiosa.
“Hoy no existe un fármaco que vaya a detener y solucionar el problema de la demencia. Pero sí se pueden tomar precauciones que mantendrán a la persona sana por mucho tiempo. Es importante destacar que estos son hábitos que deberían sostener todas las personas, no solo aquellas con síntomas.”
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