Aprender Salud
Entre lo ideal y lo posible: ¿Cómo elegir un geriátrico?
Una guía para acompañar a las familias que están considerando esta decisión.
Compartimos la segunda parte de la charla del Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria sobre el tema. Una guía para acompañar a las familias que están considerando esta decisión.
“En Capital Federal solamente hay casi 600 geriátricos, hay múltiples opciones según las necesidades de cada tipo de paciente. No son económicos y esto es una limitante a la hora de elegir. Pero hay algunas ideas que pueden ser útiles y habrá que saber cómo combinar estas variables según las posibilidades de cada familia”, expresó la Dra. Spina durante la charla virtual “Institucionalización del adulto mayor” (ver primera nota acá)
En esta segunda parte, destacamos un completo listado a modo de guía que puede ser de ayuda para las familias que estén atravesando este proceso.
¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir un geriátrico?
>Habilitación y seguridad. Uno da por sentado que todos lo están pero no es así. Por eso es importante conocer este dato al emprender la búsqueda. También puede ser que nos encontremos con geriátricos con “habilitación en trámite”. Allí habrá que ver cada caso. El geriátrico debe mostrar la habilitación en caso de solicitarla.
Otro punto importante es observar las medidas de seguridad para evitar accidentes (iluminación, protección de balcones, barandas, pisos sin desniveles, antideslizantes, etc.) así como el entorno, si es agradable, con áreas verdes, ventanas.
El apoyo familiar, el de los médicos de confianza, también conocer y participar de las actividades del geriátrico ayuda, reconforta.
>Ubicación: cerca de la familia. Esto también es importante de considerar. Un geriátrico lejos complejiza la logística de la familia para concurrir.
>Horarios de visita. Si no llegan a ser compatibles con los horarios familiares esto hará más difícil el proceso. Además, hay geriátricos muy restrictivos con sus horarios de visita mientras otros son más amplios, lo que da más tranquilidad a la familia que puede acercarse en distintos momentos.
Otro punto relacionado son los modos de visita. ¿Hay espacios privados para recibirlas? ¿Se puede salir a dar una vuelta con mi familiar, a tomar algo? Todos estos son factores importantes para el bienestar.
>Actividades permitidas. ¿Se les permite a los residentes participar de actividades sociales, recreativas, religiosas o culturales? ¿Qué lugar tiene la familia en estas iniciativas, hay flexibilidad?
>La continuidad del cuidado. ¿Quiénes son los médicos que van a dar atención? ¿Podrá el paciente seguir consultando a sus médicos? ¿Cómo se manejan ante urgencias? Estas son preguntas que hay que hacerse antes de elegir. Un geriátrico no funciona como un hospital o una institución de salud, habrá que establecer el vínculo, saber cuál es el manejo en estos casos.
>Enfermería: Cantidad y capacitación. ¿Cuántos residentes tiene a cargo cada persona? Es importante saber cuántos residentes tiene el geríatrico, si es grande o chico. Y conocer la cantidad de personal de enfermería y con qué atención (turno completo o no). También el nivel de formación de su personal. También hay que considerar si el personal tiene mucha rotación o cuenta con un staff más estable, que permita generar un vínculo con los residentes.
>Terapias disponibles. ¿Qué ofrece cada centro? Hay algunos que cuentan con terapias recreativas y otros de rehabilitación como kinesiología o terapia ocupacional. También es importante saber si tienen especialistas en salud mental. El abanico es muy amplio.
Todos deben tener unas prestaciones mínimas de atención médica y enfermería pero habrá diferencias entre los que tienen un médico 24 hs. o los que éste va una vez por día, cada tres días o una vez por semana.
En caso de pacientes con demencia es importante conocer cómo manejan el uso de medicamentos antipsicóticos o qué tipo de estrategias utilizan, si realizan restricción física.
>Las comidas y espacios sociales. También es importante conocer el menú, si se adapta a las patologías y necesidades de cada uno, también a sus gustos personales. Habrá que preguntar si se pueden llevar comidas y bebidas en las visitas.
Considerar que los espacios sociales que proponga la institución contemplen la situación de las personas para favorecer que compartan actividades, faciliten su socialización. Que estén en un estado cognitivo similar.
Sería ideal que la persona, en lo posible, se involucre en la elección y en el proceso. Que no sea algo externo de la familia, en caso de que presente un interés.
Agradecimientos: Dra. Karin Kopitoski, Dr. Sergio Bialiew, Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria.
Video completo disponible en: https://www.instagram.com/p/CYB4ol_FVLa/
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