Disfunción eréctil, más allá de la pastilla
“La salud masculina siempre fue relegada y esto tiene que ver más que nada con que el hombre le escapaba a la consulta: la construcción de la masculinidad de por sí es poco saludable. El hombre no llora, es fuerte, no va al médico, dice que no le va a pasar nada. Así somos y esto ha hecho que, en el correr del tiempo, las diferencias entre la calidad de vida de hombres y mujeres se haya marcado cada vez más. Han hecho cosas distintas, la mujer mucho, el hombre muy poco. Hoy está empezando a hacer más o quiere hacerlo.”
